Un partido muy recordado por todos los aficionados y especialmente por los brasileños, posiblemente las dos mejores selecciones se disputaban el honor de ganar un título mundial ante un estadio lleno hasta arriba. Dos estilos diferentes, dos selecciones distintas que llegaron a la final imbatidas y las dos con opciones de llevarse el trofeo. Quizá fuera un poco más favorita Brasil por el hecho de disponer del mejor jugador el mundo, aunque ya al final de su carrera, Pelé. Además de “O Rei” la canarinha era un conjunto que practicaba un fútbol vistoso, atrevido y combinativo gracias a que tenía en sus filas a futbolistas brillantes cómo Jairzinho, Rivelino, Tostao o Carlos Alberto. Jairzinho, Pelé, Rivelino y Tostao formaban una línea atacante inmejorable que combinaba calidad, técnica, físico y, sobretodo, gol, mucho gol. Contaba con una defensa firme, con laterales muy ofensivos como Carlos Alberto o Everaldo y un centro del campo muy contundente. Era en definitiva un equipo excelente en todas las línias y con un entrenador que fue también futbolista, Mário Zagallo, que tuvo muchísimo que ver en el triunfo brasileño. La selección azzurra era un equipo con futbolistas de una calidad inmejorable como Sandro Mazzola, Luigi Riva y, sobretodo, el gran Gianni Rivera vigente Balón de Oro 1969. Italia era un equipo muy sólido en defensa, capitaneada por Gachinto Fachetti, que salía a la contra y dependía de su estrella en el centro del campo para poder organizar al equipo en el terreno. Tras una fase de grupos que dejó mucho que desear, el equipo entrenado por Valcareggi se asentó en la competición y logró llegar a la final tras una semifinal extremadamente difícil contra los alemanes. Gianni Rivera no salió en la alineación inicial de Italia en la final, hecho que sorprendió y favoreció a los brasileños.
lunes, 14 de abril de 2014
LA DESPEDIDA DEL REY
Para el partido histórico de hoy he elegido uno de los grandes partidos de la historia de los Mundiales, la final del mundial de México 1970 Brasil – Italia.
Un partido muy recordado por todos los aficionados y especialmente por los brasileños, posiblemente las dos mejores selecciones se disputaban el honor de ganar un título mundial ante un estadio lleno hasta arriba. Dos estilos diferentes, dos selecciones distintas que llegaron a la final imbatidas y las dos con opciones de llevarse el trofeo. Quizá fuera un poco más favorita Brasil por el hecho de disponer del mejor jugador el mundo, aunque ya al final de su carrera, Pelé. Además de “O Rei” la canarinha era un conjunto que practicaba un fútbol vistoso, atrevido y combinativo gracias a que tenía en sus filas a futbolistas brillantes cómo Jairzinho, Rivelino, Tostao o Carlos Alberto. Jairzinho, Pelé, Rivelino y Tostao formaban una línea atacante inmejorable que combinaba calidad, técnica, físico y, sobretodo, gol, mucho gol. Contaba con una defensa firme, con laterales muy ofensivos como Carlos Alberto o Everaldo y un centro del campo muy contundente. Era en definitiva un equipo excelente en todas las línias y con un entrenador que fue también futbolista, Mário Zagallo, que tuvo muchísimo que ver en el triunfo brasileño. La selección azzurra era un equipo con futbolistas de una calidad inmejorable como Sandro Mazzola, Luigi Riva y, sobretodo, el gran Gianni Rivera vigente Balón de Oro 1969. Italia era un equipo muy sólido en defensa, capitaneada por Gachinto Fachetti, que salía a la contra y dependía de su estrella en el centro del campo para poder organizar al equipo en el terreno. Tras una fase de grupos que dejó mucho que desear, el equipo entrenado por Valcareggi se asentó en la competición y logró llegar a la final tras una semifinal extremadamente difícil contra los alemanes. Gianni Rivera no salió en la alineación inicial de Italia en la final, hecho que sorprendió y favoreció a los brasileños.
Un partido muy recordado por todos los aficionados y especialmente por los brasileños, posiblemente las dos mejores selecciones se disputaban el honor de ganar un título mundial ante un estadio lleno hasta arriba. Dos estilos diferentes, dos selecciones distintas que llegaron a la final imbatidas y las dos con opciones de llevarse el trofeo. Quizá fuera un poco más favorita Brasil por el hecho de disponer del mejor jugador el mundo, aunque ya al final de su carrera, Pelé. Además de “O Rei” la canarinha era un conjunto que practicaba un fútbol vistoso, atrevido y combinativo gracias a que tenía en sus filas a futbolistas brillantes cómo Jairzinho, Rivelino, Tostao o Carlos Alberto. Jairzinho, Pelé, Rivelino y Tostao formaban una línea atacante inmejorable que combinaba calidad, técnica, físico y, sobretodo, gol, mucho gol. Contaba con una defensa firme, con laterales muy ofensivos como Carlos Alberto o Everaldo y un centro del campo muy contundente. Era en definitiva un equipo excelente en todas las línias y con un entrenador que fue también futbolista, Mário Zagallo, que tuvo muchísimo que ver en el triunfo brasileño. La selección azzurra era un equipo con futbolistas de una calidad inmejorable como Sandro Mazzola, Luigi Riva y, sobretodo, el gran Gianni Rivera vigente Balón de Oro 1969. Italia era un equipo muy sólido en defensa, capitaneada por Gachinto Fachetti, que salía a la contra y dependía de su estrella en el centro del campo para poder organizar al equipo en el terreno. Tras una fase de grupos que dejó mucho que desear, el equipo entrenado por Valcareggi se asentó en la competición y logró llegar a la final tras una semifinal extremadamente difícil contra los alemanes. Gianni Rivera no salió en la alineación inicial de Italia en la final, hecho que sorprendió y favoreció a los brasileños.
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