miércoles, 12 de febrero de 2014

Dragan Dzajic


Para seguir con el apartado de jugadores históricos hoy vamos a recordar al “mago de los Balcanes”, Dragan Dzajic, uno de los mejores jugadores europeos de todos los tiempos.

Dragan jugaba de extremo por cualquiera de las dos bandas aunque también podía jugar de medio. Siempre con el número 11 a la espalda,  entre sus múltiples cualidades las dos más destacables eran su calidad para poner centros desde la banda y su tremenda eficacia en los libre directos. Posiblemente haya sido uno de los mejores centradores de la historia y uno de los primeros en chutar faltas con efecto. Dzajic era un extremo rapidisimo y dotado de una calidad y capacidad goleadoras de las que pocos pueden presumir. Fue nombrado mejor jugador de la historia de la República de Yugoslavia y fue Balón de Bronce en el año 1968. Pelé llegó a decir “ es una lástima que Dzajic no sea brasileño porque nunca he visto nada parecido. Es un milagro de los Balcanes”.

Dragan jugó durante practicamente toda su carrera deportiva en el Estrella Roja de Belgrado club con el que debutó en el año 1961 y en el que permaneció hasta 1976. Dzajic aún hoy en día está considerado el mejor jugador de la historia del club pese a no haber logrado ningún título a nivel europeo. En su amplio palmarés con el club belgradense destacan las cinco ligas yugoslavas y cuatro copas.  Se fue del Estrella Roja tras más de 15 temporadas en las que disputó un total 590 partidos oficiales anotando 287 goles con el club yugoslavo.

Antes de retirarse fichó por el Bastia de la liga francesa, con el club galo disputó unos 50 partidos oficiales marcando un total de 30 goles, en dos temporadas.


Pero Dzajic es más recordado por su papel en la selección yugoslava con la que disputó un total de 85 encuentros, récord de la selección, anotando así 23 goles. Además de participar en el Mundial de Alemania Federal 1974, disputó las Eurocopas 1968, en la que quedaron subcampeones perdiendo el partido de desempate de la final frente a Italia y la del 1976. En la Eurocopa de 1968 fue el máximo anotador con dos goles y su gol más famoso fue el que anotó a Inglaterra en semifinales del torneo en el que pica el balón a Gordon Banks con una vaselina sublime.




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