martes, 4 de marzo de 2014

MARIO KEMPES


Seguimos hoy en el apartado de jugadores históricos con una figura futbolística muy importante para los argentinos y valencianistas; Mario Kempes.

Kempes fue una referencia para todos los futbolistas argentinos de la época y un futbolista capaz de hacer cosa realmente increíble con el balón en los pies, le llamaban “El Matador” gracias a su olfato goleador y hambre de gol en el área. Mario solía jugar como medio ofensivo o delantero centro, era conocido por su olfato goleador pese a no jugar siempre de nueve puro y por muchas cualidades que lo hacían un jugador diferente como su potencia de disparo con la zurda, su remate de cabeza, su habilidad y calidad contrastadas con el coraje y el esfuerzo hacían de él un jugador muy completo. Poseía, también, un físico envidiable, alto y fuerte además de astuto y pícaro lo completaban aún más como jugador. Tenía varias funciones en el terreno de juego pero dos eran las más importantes; su capacidad para dar asistencias a sus compañeros que entraban desde atrás y marcar goles. Fue un jugador muy querido por los hinchas de sus equipos y respetado por los rivales.

Kempes fue galardonado muchas veces con el trofeo pichichi, dos con el Valencia y dos con Rosario Central. Además está incluido en la lista FIFA ¡00 creada por Pelé y entre otros muchos títulos individuales,  fue elegido futbolista sudamericano del año en 1978, incluido en el Once de Oro del mismo año, fue elegido mejor jugador del mundial 1978, máximo goleador de la Recopa en 1980, fue elegido el sexto mejor futbolista argentino de la historia o el vigésimo tercer mejor futbolista sudamericano de todos los tiempos. A nivel colectivo le faltó ganar una Copa Libertadores para conseguir todos los títulos posibles a nivel de clubes.

“El Matador” inició su travesía en el mundo del fútbol profesional en el modesto Instituto con el que se proclamó campeón de la liga inferior cordobesa y logró ascender al equipo al Nacional de 1973. Logró 82 goles con Instituto 13 de ellos en Primera División. Llamó la atención de un grande de Argentina y fichó por Rosario Central en 1974, con el equipo rosarino logró ganar dos veces el trofeo al máximo goleador en dos temporadas en el equipo en las que consiguió clasificar a Rosario para jugar la Copa Libertadores y jugó una cifra de 123 encuentros anotando la friolera de 98 goles, máximo goleador del equipo.

En 1976 dio el gran paso en su carrera futbolística  y fichó por un grande de la liga española como el Valencia. Se convirtió en la figura del conjunto “che” con el que jugó un total de ocho temporadas en dos etapas.  En sus primeros seis años como valencianista logró ganar dos veces el trofeo pichichi y ganó una Copa del Rey, una Recopa de Europa y una Supercopa de Europa. Se alzó como uno de los mejores futbolistas de la historia del Valencia ya que en esas seis temporadas jugó un total de 187 encuentros oficiales anotando así 126 tantos. Marchó del Valencia en 1981 con todo el cariño de la afición que lo adoraba como a un dios.

Y volvió a su Argentina natal para fichar por River Plate, se mantuvo un año en el  conjunto argentino  con el que ganó un Torneo Nacional, y logró 17 goles en 34 encuentros para River.



Y volvió a Valencia, lo estaban esperando los aficionados, era un héroe y había vuelto a su equipo del alma. Se mantuvo dos temporadas más en el equipo “che” con el que consiguió sumar 24 goles más a los conseguidos temporadas atrás.  Fichó por el Hércules en el que estuvo otras dos temporadas en las que anotó 11 goles en 24 encuentros.

De allí pasó varios años en la liga austríaca en el Vienna, Sankt Poltenen y el Krmse. En sus seis años en Austria anotó 38 tantos más. Y finalmente se fue a Indonesia a acabar su carrera futbolística.

A nivel de clubes Kempes jugó 551 encuentros oficiales anotando así 343 goles.


Con la selección albiceleste Mario jugó 43 encuentros y marcó 20 goles. Disputó tres copas del mundo; Alemania 1974 en la que disputó 6 partidos, España 1982 en la que disputó 5 encuentros y la más importante en su carrera la de Argentina 1978 en la que se proclamaron campeones del torneo en su propio país y en la que fue elegido mejor jugador y máximo goleador. Además de anotar dos de los tres goles argentinos en la final frente a Holanda en el Monumental. 


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